Aunque posteriormente otros autores como Miroslav Hroch (La
construcción de la identidad nacional: del grupo étnico a la nación moderna –
1994) y Elman R. Service (Los orígenes del Estado y de la civilización – 1990)
han tratado el tema, la obra de referencia
sigue siendo el libro escrito en 1884 por Friedrich Engels y titulado “El origen de la familia, la propiedad privada y el estado”. En él nos
lleva a descubrir la transición desde la familia original hasta el Estado
moderno pasando por la gens (también llamada “la tribu” por otros autores) y
desde el periodo de la barbarie a la civilización.
Para nuestros fines
baste conocer lo que entendemos por Estado: es el organismo social encargado de
realizar el derecho., y puede revestir la forma de una Nación o de un conjunto
de Naciones.
Para ser reconocido
como Estado, debe cumplir los siguientes requisitos:
·
El territorio, que es el ámbito geográfico
ocupado por su población y en el cual tiene plena vigencia la autoridad
ejercida por la élite a través de las normas jurídicas.
·
La población, que es la comunidad humana
asentada en su territorio y subordinada a su autoridad.
·
La autoridad, que es la relación de
subordinación ante la élite política por parte del resto de la sociedad.
Se ejerce mediante el Monopolio de la
fuerza legal, la recaudación de impuestos, la existencia de funcionarios y el
control de un Ejército.
·
La soberanía, que es la facultad de ser
reconocido por el resto de Estados.
Un Estado debería
dotarse solamente de la estructura que le permita su economía. Se
entiende por Estructura del Estado no solo la burocracia dependiente del
Gobierno Central, sino las siguientes:
·
Jefatura del Estado.
·
Gobierno Central.
·
Parlamento.
·
Poder Judicial.
·
Autonomías, Estados federados o Administración
Regional, y
·
Ayuntamientos.
El Gobierno del Estado tiene por objetivo el mejorar la
calidad de vida de sus ciudadanos y para ello impone los impuestos, que vienen
a sufragar el coste de la burocracia establecida, el ejército y los gastos
sociales que se determinen.
Para el ejercicio del gobierno se establecen cuatro
funciones:
1.
El establecimiento de las normas generalmente
aceptadas de convivencia entre los ciudadanos y entre los territorios y la
capacidad para obligar a su cumplimiento:
-
Elaboración de Leyes.
-
Juzgar presuntas vulneraciones de las Leyes
establecidas.
-
Ejercer la represión de quienes intenten
vulnerar las leyes.
2.
Establecimiento de relaciones con otros Estados
y concertar alianzas con ellos:
-
Relaciones Exteriores mediante embajadas y
consulados.
-
Mantenimiento de un Ejército para la defensa
ante las amenazas exteriores detectadas.
-
Establecimiento de un Servicio de Información
que alerte sobre posibles amenazas.
-
Apertura de mercados exteriores como destino de
las propias manufacturas y acopio de aquellas que sea necesario importar.
3.
Establecimiento de una Política Económica:
-
Implantando una Política Industrial.
-
Creando una red de transportes acorde con el
origen de las mercancía producidas y su destino final.
-
Estableciendo un sistema educativo que tenga su
origen en las necesidades de preparación que determinen las empresas que han de
contratar a los estudiantes.
-
Estableciendo un sistema de salud preventivo y
reactivo que minimice las pérdidas de productividad y los gastos por
enfermedad.
-
Gestionando las ayudas públicas necesarias para:
Garantizar un determinado nivel mínimo en la calidad de vida, y
Ayudar a las empresas nacionales a conquistar nuevos mercados creando más
puestos de trabajo.
4.
Establecer unos impuestos socialmente aceptables
y gestionarlos con eficacia.
El gasto público es uno de los elementos más importantes en
el manejo macroeconómico de un país, puesto que dependiendo del nivel de gasto
que realice el estado, así mismo será el efecto que se tenga dentro de la
economía. El gasto público puede desde dinamizar la economía hasta ser el
causante de fenómenos como la inflación y la devaluación y/o revaluación de la
moneda. En función de su destino, se divide en tres grandes bloques:
a)
Gastos Corrientes: son los necesarios para el
correcto funcionamiento de la Administración Pública.
b)
Inversión Pública: aquellos gastos que
revertirán a lo largo del tiempo en un beneficio económico para la sociedad,
directa o indirectamente.
c)
Servicio a la Duda Pública: amortización de
capital e intereses de la misma.
Veamos las diferencias conceptuales entre la Economía de un
país y su Gasto Público:
·
A nivel de economía: El P.I.B. de un país
representa todos los beneficios (por salarios, alquileres, intereses,
beneficios empresariales e impuestos netos (para no complicar la explicación
nos olvidamos de las depreciaciones y de las rentas obtenidas en el extranjero
o las obtenidas por extranjeros, que no aportarían más claridad a la
exposición)) que ha tenido en un año. Si le descontamos los impuestos y los
beneficios no distribuidos por las empresas tenemos la Renta Disponible. De
esta Renta los ciudadanos deben pagar sus necesidades: comida, alimentación,
sanidad, educación, servicios (gas, luz, teléfono, etc.), vivienda y cualquier
otro gasto de consumo. Ya lo que nos queda es el ahorro del país que será
invertido bien en depósitos bancarios, bien en empresas, bien en activos reales
o en activos financieros.
·
A nivel de gasto público: El Gobierno establece
una previsión de los gastos que va a realizar en el periodo de un año y, conforme
a los mismos, determina los impuestos que debe cobrar para financiarlos. En
caso de gastar más de lo que ingresa debe recurrir a pedir prestado mediante la
emisión de Deuda Pública o la impresión de moneda.
Es motivo de confusión la definición del gasto público como
“sector público” y el resto como “sector privado” dando a entender que se trata
de dos componentes de la Economía y que están en igualdad de repercusión, lo
que es falso: el gasto público es solamente el dinero gestionado por el
gobierno con el fin de impulsar el desarrollo social y/o económico del país y
el mantenimiento de la estructura del Estado. Con la intención de asignar
recursos de forma más eficaz que el mercado libre (que solo actúa en función
del beneficio económico sin tener en cuenta
los beneficios sociales) el peso del Sector Público se ha visto notablemente
incrementado llegando a alcanzar cotas próximas al 50% del P.I.B. en los países más adelantados,
lo que ha dado lugar al llamado “Estado del Bienestar”. Al contemplarse como un
porcentaje del P.I.B., su dotación será mayor o menor en función de la
evolución de la economía del país a la que se encuentra subordinados. En
función de los servicios que debe atender el gasto público son los siguientes:
1.
Servicios generales (Administración General del
Estado, Defensa, Justicia y Policía).
2.
Servicios a la comunidad (Carreteras, Redes de
Transporte y Comunicación, Abastecimiento de Aguas, Saneamiento, Incendios).
3.
Servicios Sociales (Educación, Sanidad,
Seguridad Social y Otros Gastos Sociales).
4.
Gastos Económicos (Subvenciones a la
Agricultura, Industria, combustibles, etc.), y
5.
Otros Gastos no clasificables.
Como hemos visto anteriormente al definir la economía de un
país, la Renta Disponible para sus ciudadanos se reduce a medida que se
incrementan los impuestos y en el mismo porcentaje del P.I.B., lo que da lugar
a dos distintas corrientes de pensamiento:
a)
Menor poder del Estado. Los servicios sociales
(como pensiones, sanidad o educación) deben ser gestionados por el sector
privado ya que son susceptibles de generar beneficios económicos. La
Administración Pública debe intervenir solamente para financiar los que se
consideren servicios mínimos a las personas que no se los puedan permitir, y
b)
Mayor peso del Estado. Si dejamos los servicios
sociales en manos del mercado es probable que surjan oligopolios que
controlando el precio de los mismos consigan la exclusión de amplias capas
sociales del disfrute de los mismos, lo que originaría una mayor desigualdad
social.
Cuando los ingresos por impuestos no son suficientes para
financiar el gasto público, el Estado recurre a recursos extraordinarios, el
principal de los cuales es el endeudamiento por medio de la Deuda Pública. Si
el déficit persiste en el tiempo la Deuda Pública tendrá que ser cada año
mayor. Si una parte significativa de la misma se encuentra en poder de
extranjeros llegará el momento en que la devolución de intereses más capital se
hace insoportable para el Estado y sobreviene la bancarrota.
Ateniéndonos a las definiciones es evidente que el Gobierno
no debería emitir más Deuda Pública que la que sería posible comprar a los
ciudadanos mediante las inversiones en activos financieros, porque en ese caso
se estaría subordinando la economía del país a los intereses de los inversores
extranjeros.
Es, por tanto, la obligación del Gobierno el asignar
eficazmente los recursos siempre escasos que tienen origen en los impuestos
pagados por sus ciudadanos para lograr su objetivo irrenunciable: la mejora en
la calidad de vida económica y social de sus ciudadanos.
Publicado originalmente en www.ramonllera.blogspot.com el 14/04/2012
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