He recibido un  comentario que debo contestar con mucho espacio por delante por la importancia de las preguntas que me plantea.

No he revisado la respuesta que voy escribiendo a medida que reviso las preguntas que me hace, por lo que no descarto tener que aclarar o revisar la misma.

El comentario dice lo siguiente:

Buenos dias D.Rafael.

Permitame que pase sin mas preambulos a las preguntas.
1- Por que le interesa a un Pais exportador (Alemania) un Euro fuerte? Siempre pense que todo este tinglado de Deuda Soberana no buscaba ota cosa que debilitar la fortaleza del Euro y volverlo a su cambio con el Dolar de 1,27
2- Como es posible librar una batalla mundial de Divisas sin Herramientas? Por que no tenemos un BE que funcione como una FED o el B Chino?
El oro sirve o no sirve? Vale o no vale? por que se lo vendio Solves?
3- Digame por favor, y se lo pregunto en serio,por que no se plantea siquiera la jornada laboral de 30 h teniendo un 25% de desempleo? si con 25% no bajan los salarios sera que no se pueden bajar mas, luego habra que repartir el poco trabajo que hay de otra manera, no?
No le molesto mas que tenga un buen dia,y disfrute de sus plantas

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Jose:

 

Sus preguntas tienen, como decimos en mi pueblo, mucha miga y no pueden ser respondidas en dos frases. No obstante quisiera reducir todo lo posible el espacio necesario para darle mi opinión al respecto.

Respecto al interés alemán por un euro fuerte. Para responderla hay que hablar de historia y recordar la  inflación que sufrió Alemania tras la Primera Guerra Mundial y que originó la llega al poder del Nacional-Socialismo y, por ende, el estallido de la Segunda Guerra Mundial con los sufrimientos que esto supuso para los alemanes.

La devaluación de una moneda, como ocurrió en la República del Weimar, tiene como consecuencia ineludible la inflación en el país en que circula dicha moneda. A este respecto Milton Friedman afirma: “El reconocimiento de que una inflación importante es siempre y en todos los sitios un fenómeno monetario representa solo el inicio de una comprensión de las causas y soluciones de la inflación”. Ya sé que Friedman no quedó en buen lugar con su Teoría cuantitativa del dinero, pero también Keynes tenía respecto a la inflación una idea igualmente mala y la llamada Ecuación de Cambridge nos lleva a la misma conclusión aunque visto desde el punto de vista de la demanda en vez del de la oferta expuesto por Friedman. Una explicación más clara sobre la relación entre el incremento del dinero (que origina una merma en el valor de la moneda, es decir una devaluación de la misma) y el incremento de la inflación la presenta de una forma muy original el profesor Huerta de Soto en su charla sobre la caída del Imperio Romano (http://www.youtube.com/watch?v=6PcaciZean4).

Concluyendo: Alemania no desea bajo ningún concepto que su moneda pueda ser devaluada de forma similar a lo que en el pasado hicieron otras monedas europeas. Por ese motivo impuso en la creación del Banco Central Europeo que tuviera como finalidad el control de la inflación, no contemplando el mantenimiento del valor de la divisa por entender que ya estaba incluido en el anterior precepto. Y así es en el caso de la devaluación, que suele ir ligada a la inflación, pero no contempla la situación actual de revaluación.

Ahora bien, llega un momento que hasta los mismos teutones deben reconocer que un desastre en las economías de sus socios europeos les traerá consecuencias negativas, por lo que han aceptado que el BCE compre Deuda Pública de los países con problemas aunque sea de forma indirecta ya que financiar a los países de la Unión Europea está terminantemente prohibido por los estatutos del BCE.

Con todo ello, y contesto a su primera pregunta, a la industria alemana no le afecta tanto la fortaleza del euro porque sus exportaciones se basan en artículos de tecnología punta que ocupan un lugar casi monopolístico en el mundo basados mayormente en la capacidad de sus ingenieros. En otros casos venden por la calidad de sus productos (recuerde la fiabilidad de la tecnología alemana) y en tercer lugar venden artículos de lujo (Audi, BMW, yates) que no se encuentran tan afectados por la crisis como los artículos de consumo porque la capa social a la que se dirigen sigue teniendo capacidad adquisitiva.

La Deuda Soberana, como he tratado de exponer en mi segunda entrada, es consecuencia ineludible del déficit en la Balanza Comercial de los Estados. Para poder pagar los artículos importados tenemos tres alternativas, y solo tres:

1.       Cambiarlos por artículos producidos en nuestro país.

2.       Pagarlos con las Reservas de Divisas, y

3.       Pedir que nos presten dinero (o lo que es lo mismo, emitir Deuda Pública)

 

La importancia de la emisión de Deuda Pública radica en la persona del comprador. Si la compran los propios ciudadanos o instituciones del país la importancia es muy relativa y, como usted apunta en su escrito, si el país tiene la facultad de emitir moneda nunca tendrá problemas para pagarla. Incluso aunque no tenga dicha facultad el problema no es crítico ya que se emiten pagarés negociables en la banca comercial con los que se cancelan las deudas. Esta ha sido la solución dada por el Gobierno español al déficit de la tarifa eléctrica. También en Galicia en la época de Fraga se concedieron préstamos al sector ganadero con muy bajos intereses (llegaron al 0,50%) con la colaboración de la Banca que era quien soportaba las deudas que eran canceladas por la Xunta incluso con dos años de retraso.

La verdadera preocupación que nos debe ocasionar la Deuda Pública es, en primer lugar, si el ahorro nacional no es capaz de asumirla y tenemos que solicitar el préstamo en el exterior porque aquí ya no controlamos los tipos de interés, ni siquiera la moneda en la que nos endeudamos y quedamos a expensas de que nos cierren el grifo. En los países del Sur de Europa se ha llegado al extremo de quedar desierta alguna subasta de Deuda Pública por falta de prestadores. En este caso el citado país no puede hacer frente a sus compromisos y se declara en Suspensión de Pagos.

Para no llegar a estos extremos hay que controlar muy tempranamente el Déficit por Balanza Comercial y ponerle remedio con políticas de tipo fiscal. Añadir leña al fuego con políticas expansionistas del tipo de los 400 Euros o el cheque bebe no hace más que empeorar las cosas. Y si tenemos en cuenta que el BCE volvió a bajar tipos de interés al ver el fantasma de la deflación, medida que aumenta las disponibilidades monetarias, pues ya tenemos liada la crisis actual (hay, por supuesto, más motivos).

El volver al cambio anterior Euro-Dólar sería, en mi opinión, algo muy beneficioso para la Unión Europea, pero no creo que USA lo permita antes de salir de su propia crisis. No olvidemos que esta guerra de divisas se origina por la “solicitud” por parte de USA a China para que revalúe su moneda, cosa que ésta rechaza y da lugar a la devaluación competitiva del dólar. Antal Fekete tiene un estupendo artículo sobre esto en http://uca.migueldearriba.net/2010/10/14/la-estafa-de-los-tipos-de-cambio-flotantes/

 

Respecto a su segunda pregunta, creo que ya he respondido en gran parte a la misma. En mi opinión el B.C.E. no ha sido diseñado  conforme a las necesidades europeas y no tiene el mandato de mantener el valor de la divisa. No obstante, hubiera sido de agradecer que interviniera en el mercado emitiendo nueva moneda y comprando con ella dólares USA para mantener el tipo de cambio. Es decir, herramientas tiene. Otra cosa es que el eje Alemania-Francia se lo permitiera por propios intereses egoístas. Y no tenemos un BCE similar a la FED sencillamente porque cuando se creó, Alemania no quiso dejar en manos ajenas una importante herramienta para el control de su economía. Y Alemania es la que manda, sin duda.

Respecto al oro: Vale, vale y mucho, pero no solo el oro sino también cualquier materia prima. Se dice que Estados Unidos está almacenando en depósitos subterráneos grandes cantidades del petróleo que importan sin permitirle salir al mercado con el fin de aprovechar una supuesta escasez a medio y largo plazo. Chile tiene una gran riqueza con sus minas de cobre, el Congo con el coltan y Rusia con el oro. La verdadera riqueza de un país no tiene nada que ver con la emisión de papelitos o con los apuntes contables bancarios. La riqueza se mide por los recursos naturales, los bienes de producción o la capacidad para distribuirlos. Cuando un país adquiere este tipo de bienes está almacenando riqueza y cuando se desprende de ellos pues la está gastando y, en consecuencia, haciéndose más pobre.

Solbes procedió a la venta de un tercio de las reservas de oro que mantenía el Banco de España al comienzo de la actual crisis, en Mayo (creo) de 2007 para financiar las políticas populistas del Gobierno Zapatero y con la justificación de que el oro ya había alcanzado su precio máximo (nadie le exigió responsabilidades por el expolio). No obstante no hizo nada que no hubieran hecho sus predecesores: arruinar a los ciudadanos españoles con alevosía y premeditación. Las reservas del Banco de España suponían en 1990 un total de 72.000 millones de euros, en 2001 habían descendido a 31.000 millones de euros y en 2006 volvieron a bajar hasta 15.000 millones de euros (una parte del oro se depositó en el BCE) hasta que Solbes lo dejó en 13.000 millones de euros. La confiscación de los bienes públicos por parte de la casta política ha sido lo nunca visto en ningún otro lugar del mundo. Y sin salir a la luz pública. A esto habría que sumar la privatización de empresas públicas a precios irrisorios o la venta de terrenos y locales propiedad del Ejército, Sanidad o Medio Ambiente, por poner solo tres ejemplos. Añadamos las inmensas ayudas recibidas de la Comunidad Europea y tendremos un panorama estremecedor que aún hoy es desconocido para el ciudadano español.

En cuanto a su sugerencia de bajar la jornada laboral es muy loable en términos humanos, pero me temo que sea impracticable en la realidad. Me explico:

Hay muchas, muchísimas personas que perciben un salario inferior a los 800 euros mensuales, y eso con el prorrateo de las pagas extraordinarias. Los alquileres de apartamentos de una sola habitación rondan de media los 300 euros mensuales, la factura de electricidad más gas del orden de los 70 euros mensuales, los gastos mínimos en alimentación, vestido y calzado rondan los 400 euros. Lo que a estas personas les queda para dedicarlo al consumo sería, según estos cálculos, en torno a 30 euros mensuales. Desde luego, en cualquier caso inferior  los 100 euros. Y esto suponiendo que no tenga familia a su cargo. Insisto: son muchísimos los que están en esta situación, y contentos por tener un puesto de trabajo. Si sumamos los parados, los jubilados, los enfermos, los estudiantes, las profesiones liberales y los empresarios, pues quedan muy poquitos a los que se les podría pedir que hagan ese esfuerzo de solidaridad. Y de esos poquitos, serían muy poquitos los que estarían dispuestos a rebajar su nivel de vida por solidaridad con unos parados a los que la picaresca española ha transformado en trabajadores a chollos, inmigrantes que fichan el paro desde su país de origen dadas las facultades para hacerlo por Internet y no se cuantas perrerías más.

Yo sugeriría copiar el sistema de Puerto Rico, donde el desempleo alcanza un 16%. Pues bien, el resto de Estados no quieren ver deambular por sus calles a los parados puertorriqueños por lo que el Gobierno Federal les otorga una tarjeta de crédito con la que pueden comprar comida, medicinas, vestido y calzado. Se exceptúa muy claramente el gasto en bebidas alcohólicas y en productos de lujo. Ignoro cómo resuelven el tema del alojamiento. La sanidad se la garantiza Medicare (la Seguridad Social americana) y la enseñanza la escuela pública. He tratado de buscar datos referentes a los importes por Internet pero no encuentro más información que, al parecer, hay dos tipos de ayuda: una a personas no necesitadas a quienes se les otorgan unos cupones  y otra a personas que necesitan ayuda a quienes atienden las diversas organizaciones gubernamentales. Es decir, se evita el drama de ver a tus hijos pasando hambre.

Me temo que me he enrollado demasiado, pero como le contesto a vuela pluma no he tenido tiempo de estructurar el contenido. Si algo no he expresado con claridad o si se me ha escapado alguna barbaridad le ruego me avise para corregirla.

Reciba un cordial saludo.

Rafael Montoto